Eduardo Gabriel Molino
Contenido detallado

Título: Acerca de la Trinidad inmanente

Descripción:
Es clásica la distinción conceptual entre la Trinidad «inmanente» y la «económica». Esta última, en tanto refiere al despliegue revelado del Dios Trino, puede ser abordada con la asistencia de ciertas disciplinas teológicas, como ser la teología bíblica o la eclesiología o la historia de la Iglesia, por poner algunos ejemplos. Pero al intentar considerar el problema de la Trinidad inmanente, es decir, el misterio íntimo del Dios Trino, las vías de acceso se cierran. De manera que, si hubiera que colocar un adjetivo al campo teológico que se ocupa del abordaje de la Trinidad inmanente, ciertamente se podría hablar de «teología especulativa».<br>De modos diversos, desde muy antiguo, hubo inquietud por penetrar en ese misterio insondable de la «intimidad de Dios». Quizá porque ese fuera un elemento fundamental de la apologética de los primeros siglos que intentaba «dar razones» de la fe que se anunciaba. Era necesario explicar cómo es o quién es el Dios cristiano. <br>Ayudó, y fue ciertamente la vía disponible, recurrir a la filosofía griega y sus categorías para poder conceptualizar al Dios Trino, pero Único. De manera que la vía especulativa recurrió a los conceptos filosóficos clásicos. En ese proceso se aplicaron diversas expresiones metafísicas como: «ser», «naturaleza», «sustancia», «hipóstasis», «persona», entre otras nociones, para poder construir una exposición sobre Dios. La consecuencia de ello resultó en que «la Trinidad fue siendo progresivamente tratada como misterio lógico o metafísico». <br>Por ejemplo, «Oυσία es justamente el término que el Concilio de Nicea usará en el año 325 para referirse a la realidad divina que el Padre y el Hijo comparten (cfr. DS 125), siendo <i>substantia</i> su traducción latina habitual» Por su parte «Agustín, asumiendo una terminología procedente de Tertuliano, hablará de una sustancia y tres personas.» <br>El aparato conceptual tomó dimensiones muy amplias hacia la Edad Media, donde se puso de relieve «la generalización de la división entre el tratado <i>De Deo Uno</i> y el tratado <i>De Deo Trino</i> en la teología escolástica. En este esquema, el primer tratado abordaba la pregunta por la esencia de la divinidad y por sus propiedades, haciendo abstracción de su carácter trinitario. «Dios» era de este modo identificado con la «naturaleza» común a las tres personas, y no con el Padre, como sucede en el Nuevo Testamento y entre los teólogos griegos» <br>Con la llegada de la Modernidad, surgirán nuevos conceptos filosóficos que repercutirán en el campo de la teología trinitaria. «El concepto hegeliano de sujeto llevará a su plenitud el ideal de autosuficiencia que los clásicos y medievales habían proyectado sobre la sustancia» <br>No es intención aquí elaborar una síntesis de los desarrollos sobre la cuestión trinitaria, sino advertir que los intentos han sido vastos en número y en diversidad de enfoques.<br>Ya en los últimos tiempos Rahner abrió un nuevo campo de debate al proclamar su axioma: «La Trinidad «económica» es la Trinidad «inmanente», y a la inversa.» Esta noción tiene consecuencias relevantes ya que entiende que en la Trinidad «hay solamente la autodonación de «Dios» como único sujeto de la misma. Las personas no pueden ser, estrictamente hablando, lo que hoy se entiende como «persona», en cuanto autoconciencia, subjetividad, centro de propios actos, etc. En Dios solamente puede haber una autoconciencia y una subjetividad. Rahner, de modo semejante a Barth, preferirá hablar de «distintos modos de subsistencia.» <br>Diversos teólogos discutirán en el escenario del siglo pasado. Por nombrar algunos relevantes: Barth, Moltmann, Jüngel, De Lubac, von Balthasar, Lafont, Pannenberg, Hemmerle, Coda, Forte, Bulgakov, Greshake, L. Boff. En algunos de ellos puede constatarse que «el fondo filosófico de estos problemas está en la sustitución acrítica de la categoría filosófica clásica de sustancia por la moderna de sujeto. Como W. Kasper ha dicho a propósito de K. Barth, estamos ante «una variante del tema moderno de la subjetividad y de su autonomía.» <br>La teología trinitaria de las últimas décadas, articulando las nociones de varios de los teólogos recién mencionados, se orienta hacia una perspectiva «comunional», donde se concibe la dinámica intratrinitaria a partir de relaciones de amor perijorético entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. <br>El propósito del presente ensayo gira en torno a las discusiones contemporáneas sobre la Trinidad. Se considerará el estudio de Antonio González «Trinidad y liberación» como base del análisis que se desea proponer. El problema por abordar incluye consideraciones de orden epistemológicas para situar las posibilidades de la teología trinitaria a la hora de sus avances en el campo de la Trinidad inmanente.

Autor: Eduardo Gabriel Molino

Año: 2018

Materias/temas: Teología

Idioma: Castellano

Palabras clave:

  • Teología
  • Trinidad

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Molino, E.. (2018). Acerca de la Trinidad inmanente. [Obra inédita].